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Y si leyeras el manifesto del Unabomber.
https://essentialinstitute.org/uploads/2_i_3_Theodore_Kaczynski_Manifiesto_de_Unabomber.pdf
LA PSICOLOGíA DEL IZQUIERDISMO MODERNO
6. Casi todo el mundo estará de acuerdo en que vivimos en una sociedad profundamente molesta. Una de
las manifestaciones más extendidas de la locura de nuestro mundo es el izquierdismo, así que una
discusión sobre la psicología del izquierdismo nos puede servir de introducción al debate de los problemas
de la sociedad moderna en general.
7. Pero, ¿qué es el izquierdismo? Durante la primera mitad del siglo XX pudo ser prácticamente identificado
con el socialismo. Hoy el movimiento está fragmentado y no está claro a quién se le puede llamar
propiamente izquierdista. Cuando en este artículo hablamos de izquierdistas pensamos principalmente en
socialistas, colectivistas, «políticamente correctos», feministas, activistas por los homosexuales y los
discapacitados, activistas por los derechos de los animales. Pero no todos los que están asociados en uno
de estos movimientos es un izquierdista. A lo que intentamos llegar es que no es tanto un movimiento o una
ideología como un tipo psicológico, o, mejor dicho, una colección de tipos relacionados. Así, lo que
queremos decir con «izquierdista» aparecerá con más claridad en el curso de la discusión de la psicología
izquierdista. (También, ver párrafos 227-230).
8. Incluso así, nuestra concepción quedará menos clara de lo que desearíamos, pero no parece haber
ningún remedio para esto. Todo lo que intentamos hacer es indicar de una manera tosca y aproximada las
dos tendencias psicológicas que creemos son las principales fuerzas conductoras del izquierdismo
moderno. Con esto no pretendemos estar diciendo TODA la verdad. Además, nuestra discusión sólo se ciñe
al izquierdismo moderno. Dejamos abierta la pregunta de con qué extensión puede ser aplicada al
izquierdismo del siglo XIX y principios del XX.
9. Las dos tendencias psicológicas que sirven de base al izquierdismo moderno las llamamos «sentimientos
de inferioridad» y «sobresocialización». Los sentimientos de inferioridad son característi-cos de todo
izquierdismo, mientras que la sobresocialización es sólo característica de un determinado segmento del
izquierdismo moderno, pero este segmento es altamente influyente.
SENTIMIENTOS DE INFERIORIDAD
10. Por «sentimientos de inferioridad» no sólo nos referimos a los sentimientos de inferioridad en el sentido
estricto, sino a todo el espectro de rasgos relacionados: baja autoestima, sentimientos de impotencia,
tendencias depresivas, derrotismo, culpa, autoaborrecimiento, etc. Argumentamos que algunos izquierdistas
modernos tienden a tales sentimientos (más o menos reprimidos) y que éstos son decisivos en determinar la
dirección del izquierdismo moderno...
11. Cuando alguien interpreta como despectivo casi todo lo que se dice de él (o acerca de grupos con
quienes se identifica), concluimos que tiene sentimientos de inferioridad o baja autoestima. Esta tendencia
está pronunciada entre los defensores de los derechos de las minorías, tanto si pertenecen como si no a la
minoría cuyos derechos defienden. Son hipersensibles sobre las palabras usadas para designar a éstas.
Los términos «negro», «oriental», «discapacitado», «pollito» para un africano, un asiático, una persona
imposibilitada o una mujer originariamente no tenían una connotación despectiva. «Broad» y «pollito» eran
simplemente los equivalentes femeninos para «tío», «caballerete» o «mozo». Las connotaciones negativas
han sido agregadas a estos términos por los propios activistas. Algunos defensores de los derechos de los
animales han ido tan lejos como para rechazar la palabra «mascota» e insistir en su reemplazamiento por
«animal de compañía». Antropólogos izquierdistas llegan demasiado lejos al no querer decir nada acerca de
personas primitivas que pueda ser interpretado como negativo: quieren reemplazar la palabra «primitivo»
por «iletrado». Parecen casi paranoicos sobre cualquier cosa que les sugiera que alguna cultura primitiva es
inferior a la nuestra. (No queremos decir que las culturas primitivas SON inferiores a la nuestra. Solamente
apuntamos la hipersensibilidad de estos antropólogos).
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12. Aquellos que son más delicados sobre la terminología «políticamente correcta» no son los negros
medios habitantes del gueto, inmigrantes asiáticos, mujeres maltratadas o personas imposibilitadas, sino
una minoría de activistas, muchos de los cuales no pertenecen a ningún grupo «oprimido», sino que
provienen de estratos sociales privilegiados. La corrección política tiene su mayor arraigo entre los
profesores de universidad, los cuales tienen empleo seguro con salarios confortables y, la mayoría de ellos,
son varones blancos heterosexuales de familias de clase media.
13. Muchos izquierdistas tienen una intensa identificación con los problemas de grupos que tienen una
imagen de débiles (mujeres), derrotados (indios americanos), repelentes (homosexuales), o por lo que sea
inferiores. Nunca admitirán en su fuero interno que tienen tales sentimientos, pero es precisamente por su
visión de estos grupos como inferiores por lo que se identifican con sus problemas. (No sugerimos que las
mujeres, los indios, etc., SON inferiores; sólo estamos haciendo un apunte sobre la psicología izquierdista).
14. Las feministas están ansiosamente desesperadas por demostrar que las mujeres son tan fuertes y tan
capaces como los hombres. Ellas están claramente machacadas por el miedo de que las mujeres puedan
NO ser tan fuertes y capaces como los hombres.
15. Los izquierdistas odian todo lo que tenga una imagen de ser fuerte, bueno y exitoso. Ellos odian
América, odian la civilización occidental,.odian a los varones blancos, odian la racionalidad. Las razones que
dan para odiar occidente, etc. claramente no coinciden con sus motivos reales. DICEN que odian occidente
porque es guerrero, imperialista, sexista, etnocéntrico, pero cuando las mismas faltas aparecen en países
socialistas o culturas primitivas, encuentran excusas para ellos o, como mucho, lo admiten
REFUNFUÑANDO, mientras que señalan (y muchas veces exagerando en exceso) estas faltas cuando
aparecen en civilizaciones occidentales. Así, está claro que estas faltas no son los motivos reales para odiar
América y occidente: odian América y occidente porque son fuertes y exitosos.
16. Palabras como «autoconfianza», «seguridad en uno mismo», «iniciativa», «empresa», «optimismo», etc.
juegan un papel muy pequeño en el vocabulario liberal e izquierdista. El izquierdismo es antiindividualista,
es procolectivista. Quieren a la sociedad para resolver las necesidades de todo el mundo por ellos, para
cuidar de ellos. No es la clase de personas que tienen un sentido interior de confianza en sus propias
habilidades para resolver sus propios problemas y satisfacer sus propias necesidades. El izquierdista es
antagonista al concepto de competición porque, interiormente, se siente como un perdedor.
17. Las formas de arte que apelan a los intelectuales del izquierdismo moderno tienden a enfocarse en la
sordidez, la derrota y la desesperación o, por otro lado, toman un tono orgiástico, renunciando al control
racional, como si no hubiera esperanza de lograr nada a través del cálculo racional y todo lo que ha
quedado fuera el sumergirse en la sensación del momento.
18. Los filósofos izquierdistas modernos tienden a rechazar la razón, la ciencia, la realidad objetiva e
insisten en que todo es culturalmente relativo. Es cierto que uno puede hacer preguntas serias sobre los