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Kostya
—
¿Sí? Ok. — No queda un rastro de la risa de antes en su voz o rostro luego de oír la segunda respuesta de Kostya —.
No planeaba escapar. Aunque no muera hoy me aseguraré de que quede fuera de la Guerra.
Las armaduras volvieron a atacar, donde la primera no lograría dañar a Tama, la segunda solo la rozaría, dejando un largo arañazo superficial en la piel sintética de la maniquí antes de que esta atravesara el piso cual fantasma y emergiera del subsuelo unos metros por delante para atacar a la hechicera enemiga por la espalda.
La habilidad de ocultación de presencia de la clase Assassin tiene la particularidad de que su Rango disminuye cuando estos se preparan para atacar, otorgándoles a sus objetivos unas fracciones de segundo para reaccionar al golpe letal. La túnica hecha por Rider, que aunque estaba excelentemente fabricada, no podía superar esa limitación, igual que no superaba en Rango a los mejores asesinos. El fuego espectral de Tama no atinó a la hechicera, sino a su armadura más cercana, que se movió para interceptar el golpe en su lugar mientras la víctima original veía todo con los ojos abiertos de la impresión.
Tras un contraataque de la armadura que había frustrado el ataque sorpresa de Tama, la hechicera superaría su sorpresa, aliviada a pesar de lo poco efectivos que seguían siendo los golpes de sus armaduras.
—
Así que eso era todo. — Suspiró y regresó sus ojos a Kostya, dejando que su única armadura lidiara con la maniquí —.
Debería dejar de sorprenderme. Siempre que lo hago solo me decepciona. Espero demasiado de usted...
Otra vez, Kostya sintió el peso de perder una cantidad sustancial de Mana sin ella haber hecho uso de sus Circuitos, cosa que no la detendría de esquivar la puñalada de su chofer inconsciente, tratar en vano de traspasar sus párpados cerrados con sus ojos místicos, y encerrarlo de una embestida con el hombro en la prisión temporal que Alexandra había preparado para él.
Con Alexandra ocupada levantando paredes alrededor del miembro del clan Morozov, la misma no podía proveerles mayor protección al resto de maniquíes, lo que le vino de maravilla a las dos armaduras que, igual que en el primer encuentro entre las dos partes, descuidaron totalmente sus defensas para atacar a todas las que tuvieran al alcance de sus enormes espadas, cubriendo todas las rutas de escape para asegurar que Zeke no tuviese forma de esquivar uno de los ataques sin ir directo al otro. El único golpe que recibiría Zeke en la parte más baja de la pierna izquierda destrozaría su tobillo, dejando la mayor parte del pie colgando inútilmente del resto de la pierna, dificultando sus movimientos por lo que quedara del combate.
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